EDUARDO “EDDIE” PALMIERI - FAUSTINO VIDRO JR.

Esta semana, dos buenos amigos se han mudado al "otro barrio". La última vez que me ocurrió algo semejante fue cuando se fueron "Cheo" y "Gabo".

Uno de ellos es Eduardo "Eddie" Palmieri, un titán de la música, quien luego de quebrantos de salud ahora fue a darse un abrazo con otro maestro, su hermano Charlie. 

Conocí a Eddie Palmieri en New York en 1970, cuando el excelente trompeta panameño Víctor "Vitín" Paz me llevó al "Village Gate", para verlo tocar en su grupo. Aún recuerdo como me sentí cuando escuché en vivo los primeros acordes de "Pa' Huele"!.

El aporte de Eddie Palmieri a la música es inconmensurable y nunca se podrán alabar lo suficiente sus contribuciones, su estilo como pianista , su inteligencia y dinámica personalidad. Revolucionó a la "Salsa", primero con su original decisión de usar trombones como base sonora para un grupo de música afro-cubana y después por su fusión y experimentación con otros géneros, el jazz entre ellos. Su trabajo influyó en muchos músicos, entre ellos Willie Colon, y le dio al género el sonido y agresividad que al día de hoy caracterizan lo que muchos consideran la época dorada de la "Salsa" neoyorquina.

Lo que Eddie Palmieri nos ha legado no desaparecerá jamás. Un estilo, un ejemplo y una obra que continúa y seguirá viviendo a través de todas las épocas.
God bless you, ¡Maestro de maestros!
Long live, Eddie Palmieri!

Mi otro amigo, Faustino Vidro, Jr., se nos fue de repente. Nadie esperaba esta triste despedida. Una de las personas más correctas que he conocido en mi vida, Faustino tenía un negocio como contratista y supervisor de proyectos de construcción, y nos encontramos porque un vez me escribió a una de mi redes sociales, creo que fue, le respondí y establecimos una sólida conexión, con él y con su querida esposa, Elizabeth, también un ser especial.

Persona de mi entera confianza, super profesional y honesto, Faustino me brindó su experiencia y apoyo en diversas ocasiones, y siempre de manera eficiente y puntual. No tengo palabras para describir lo mucho que voy a extrañar su presencia, amistad, sinceridad, calidad humana y conocimiento.

A Elizabeth, su esposa y compañera, nuestro pésame, de Luba y mío, y nuestro continuo afecto.

Dios te bendiga Jr., y te conserve siempre en la gloria.

Rubén Blades
10 de agosto, 2025

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