Sobre la Minería: Antecedentes del problema actual.

SOBRE LA MINERIA: ANTECEDENTES Y EL PROBLEMA ACTUAL

Como ocurre frecuentemente en Panamá, la reacción de la ciudadanía, de ocurrir, se produce tarde, cuando las consecuencias de nuestra pasividad, silencio o indiferencia ya están brindando resultados desastrosos.

La minería "a cielo abierto" siempre trae consigo la destrucción del área en la cual se desarrolla.
Este tipo de actividad comercial es considerada mundialmente como una de las más peligrosas, por el volumen del daño que produce al medio ambiente, no solo materialmente sino además por el número de contaminantes creados por el proceso y que resultan de peligro, tanto para seres humanos, como para todas las formas de vida circundante. En especial, la extracción de oro y de cobre son descritas como las que pueden perjudicar más al medio ambiente pues afectan no solo al aire sino también al agua. El polvo emanado durante esas actividades de extracción mineral posee componentes cuya toxicidad los hace sumamente dañinos a seres vivos, plantas y animales.

Todo esto debió haber sido sopesado antes de siquiera considerar la posibilidad de permitir este tipo de actividad minera en Panamá. Comentaba que la génesis del problema tiene al menos 15 años.
La deforestación había empezado alrededor del 2008, durante las operaciones de ¨Petaquilla Gold¨ tendientes a explotar yacimientos de oro. A esta empresa siguió otra, ¨Minera Panamá¨, una subsidiaria de la compañía canadiense, ¨First Quantum Minerals¨, cuyo interés era la explotación del cobre. Ambas compañías formaron parte de un mismo contrato, aprobado por la Asamblea, aunque ya en diciembre de ese 2018, José Arcia había descrito en un artículo que la operación minera había sido denunciada como ilegal y que la propia Corte Suprema de Panamá así lo había confirmado en un fallo de septiembre del 2018.

Mucho podríamos extendernos comentando sobre la situación. Trataré de ser conciso, aunque la furia que provoca esta triple violación a la Patria ofende profundamente. Primero: la manera como se desarrolló la "negociación" que produjo el contrato facultando a estas compañías a iniciar operaciones mineras en Panamá estuvo basado en una interpretación  ilegal: en vez de una licitación pública, como la ley lo exigía, se otorgó arbitrariamente una "concesión", algo prohibido por la Constitución Nacional. Para expandir más en el punto, los dejo con la presentación del abogado Luis Barría [ https://youtu.be/JyPqRV-7WzI?si=IEK8Hg557dQHaIDg ], que claramente plantea el por qué se considera como inconstitucional la manera en que se permitió la operación minera que hoy discutimos nacionalmente.

Segundo: opino que toda negociación de gran magnitud, que involucre al Estado y a un inversionista privado, debe llevar a la creación de una empresa mixta, con el Estado y los trabajadores propietarios del 49% de la empresa, pero beneficiarios del 60% del producto (hoy es 49% y 51% para la empresa). Es nuestro territorio el que permite el enriquecimiento del inversionista y es nuestra patria la que asume el riesgo físico y natural por las consecuencias directas de la actividad comercial negociada y por eso es justo que adquiera una ganancia superior a la del que sólo aporta dinero, y esto no significa que creo que debemos decir que si a la minería a cielo abierto. 

Tercero: la terrible inicial y luego posterior negligente renegociación de un contrato antes declarado ilegal por la Corte Suprema de Justicia, no solo causó una lesión a nuestro medio ambiente y a nuestra justa expectativa económica; también cedió un poder cuasi soberano a una empresa extranjera sobre nuestro territorio y espacio aéreo, algo también inadmisible constitucionalmente. Después de haber luchado por la reivindicación del territorio enajenado de la Zona del Canal, ahora se permite la creación de un área nacional bajo el exclusivo control de un interés extranjero, porque como quiera que pretendan interpretarlo, en esa área "concesionada" manda ¨First Quantum Minerals¨, no el gobierno nacional. Y eso, aparte de preocuparnos, debería darnos vergüenza. 

No me sorprende el amargo desenlace de esta situación. Nada bueno puede esperarse del sistema que hoy rige nuestra realidad administrativa y judicial. Cero transparencia, la malinchista cooperación de panameños en el saqueo del interés nacional, para su propio interés o para el de empresas privadas, desinformación, mediocridad oficial y corrupción. 

El problema ahora es peor: la mina tiene cinco años de estar operando, es una fuente de trabajo para una cantidad importante de panameños y le abona al fisco nacional millones de dólares anuales que son utilizados para sostener al clientelismo, a la corrupción pública y a la partidocracia nacional que los sustenta. Desconocer lo que antes ilegal y equivocadamente fue aprobado ahora nos ubicaría en la posición de tener que responder a demandas multimillonarias por parte de estas compañías que podrían argumentar  la violación de la "seguridad jurídica" que esperaban protegiera su inversión. Esperemos protestas y manifestaciones de ira popular por la posible pérdida o suspensión de empleos y también ataques a la gobernabilidad del país por parte de los partidos que se oponen a su igual PRD y que solo buscan recuperar el poder en el 2024 para proseguir desvalijando a nuestra Patria.

A la negativa cobertura internacional recientemente recibida por Panamá debido al efecto climático que afecta al Canal, al nombramiento de dos corruptos y ex presidiarios como representantes parlamentarios de Panamá en el PARLACEN, y al asesinato del futbolista Gilberto Hernández, miembro de la selección nacional, se une ahora la imagen de Panamá como un país en donde las inversiones no son seguras porque "la ley no las protege". 

Todo por no hacer lo debido desde un principio: atender los errores que "ab initio" viciaban la negociación y el contrato minero, cómo lo explicó el abogado Luis Barría, en representación de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de nuestra Universidad Nacional de Panamá  

Rubén Blades
9 de septiembre, 2023
San José, Costa Rica.

 
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