A Ricardo Lombana

A Ricardo Alberto Lombana:

No soy un oráculo, ni aspiro a serlo. Evaluó lo que se presenta y mis comentarios no pretenden humillar, ni molestar, intentan llamar la atención sobre lo que entiendo ocurre en estos momentos: el caudal político que produjo el honroso tercer lugar de Ricardo Lombana en la elección del 2019 está desapareciendo porque los llamados "independientes", que muchos asumimos estarían unidos bajo una sola propuesta, lucen distanciados, a menos de un año de la elección de mayo del '24 y porque no han planteado concretamente al electorado que proponen hacer para acabar con el esquema administrativo ineficiente actual y con el clientelismo político.

Paso a comentar sobre declaraciones hechas por Usted en medios informativos panameños:

1. Su expresión indicando "que le gustaría que Rubén Blades estuviera en Panamá, colaborando para derrotar a un sistema tradicional, corrupto y tradicionalista", pareciera invocar la descalificación que utilizan algunas personas que no encuentran cómo responder racionalmente a mis opiniones.
Ud., Sr. Lombana, soslaya dos puntos de importancia en su recomendación: 

a. Desde siempre estoy colaborando para producir el fin del estado clientelista y la corrupción, a través de mis artículos y propuestas concretas. ¿Parece que se le olvidó que lo hice incluso desde Panamá? Le recuerdo que dejé mi música y mi trabajo como actor por cinco años, para colaborar en adecentar el ejercicio de la administración pública durante el periodo 2004-2009 y que me mantuve en mi puesto como servidor público durante todo ese periodo. Estuve físicamente allí y durante mi lustro de labores hice mi trabajo sin robar y sin pelechar a expensas del pueblo y sus posibilidades.

Aunque no resido permanentemente en Panamá poseo allí inversiones, tengo gente empleada y pago impuestos. Por otro lado, no es un requisito vivir en Panamá para escribir sobre mí país: ofrezco mis ideas y opiniones con el único interés de colaborar con mi Patria, donde sea que me encuentre y a cualquiera que desee considerarlas, no discrimino. La distancia contribuye a evadir un contacto involuntario con agendas ocultas, propósitos que no entiendo y personas cuya motivación real no me resulta del todo clara. Además, ayuda a evitar ser utilizado por los que me ven solo como un vehículo con el cual adquirir la credibilidad y simpatía que no pueden producir por sí mismos. 

b. No sé cómo se sostiene usted económicamente, pero yo vivo de mi música y de mi trabajo como actor en el extranjero. Esas ocupaciones, desarrolladas a través de una carrera de 50 años, aún me garantizan el sustento y la capacidad de cumplir con mis obligaciones sin necesidad de subsidios, patrocinios y padrinazgos influyentes, sin los que en Panamá, desafortunadamente para muchos, la vida resulta prácticamente imposible. Internacionalmente me desenvuelvo laboralmente en un ambiente que demanda inmediata atención y el aprovechamiento instantáneo de la oportunidad, cosa que exige nuestra presencia física constante. Recordaré siempre con mucho cariño mis días en el Bohío Agewood y la "Stereo", con "Los Salvajes" y Bush, pero ahora represento a Panamá y a su clase artística en un escenario mundial mil veces más competitivo, generando trabajo a músicos y técnicos panameños, acompañado por el talento del primer orden representado por Roberto Delgado y Orquesta. El tipo de reto y experiencia que nos ofrece contender en "las grandes ligas" internacionales no es hoy posible de disfrutar en nuestro propio patio, por razones que deben resultar obvias. 

2. Usted, Sr. Lombana, declaró recientemente que la corrupción en Panamá no empezó con Martinelli y afirma que me contradigo por no denunciar con vigor su "amenaza" actual. Lo corrijo: he continuamente señalado la necesidad de eliminar al "estado clientelista" y de reemplazar la actual estructura administrativa, por mediocre y obsoleta. En un reciente artículo señalé que el problema de la corrupción en Panamá no es solo representado por la figura del designado como corrupto, Ricardo Martinelli. Escribí específicamente que el problema es el esquema, el sistema, la partidocracia que lo sostiene y la gente que sostiene a la partidocracia porque no cree posible un cambio positivo para sus vidas. Por eso en el artículo pregunté: "¿se les olvido Noriega? (https://www.rubenblades.com/la-esquina/apuntes-desde-la-esquina-20-de-abril-2023). La salida del poder de la dictadura militar no ha resuelto la corrupción política, ni la civil. La corrupción en Panamá es un problema nacional. Será inútil enviar a una persona honesta al ejecutivo sin antes haber reemplazado al presente paradigma administrativo apoyado en un sistema institucional corrupto y el clientelismo político. 

La "amenaza" que plantea un gobierno que terminará en once meses no puede compararse al desastre que promete la posible elección por cinco años de una persona señalada como corrupta por su propia familia y además designada como tal por el gobierno con el cual Panamá sostiene su mayor y más importante relación comercial/económica. El impacto negativo para nuestra reputación, y para el  interés económico nacional sería incalculable. Comparar a Martinelli con Cortizo como Ud. sugiere en su declaración me resulta un ejercicio absurdo. Aunque las opciones no sean las deseables, un presidente sociópata hace más daño que una presidencia maniatada y acorralada por la corrupción de su propio partido.

4. Una y otra vez Ud. Señor Lombana, se refiere a que ya ha hecho públicas sus recomendaciones para reformar el presente e inaceptable "status quo". Pregunto: ¿ya tiene las propuestas para enfrentar el problema de la Caja del Seguro Social y el argumento para integrar económicamente al Interior de la República a un Plan para el Desarrollo Nacional? ¿Han formulado un Plan para el Desarrollo Nacional? ¿Han concebido una nueva estructura administrativa, que reemplace a los actuales Ministerios y dependencias estatales? ¿Ya han creado los borradores para atender la eliminación de subsidios y dedicar esos fondos ($3,500 millones de dólares y más) a la solución de las necesidades sociales que hoy supuestamente los hacen necesarios? ¿Ya redactaron los proyectos de ley que deben ser presentados para eliminar, v.gr., las prebendas legislativas, aclarar el cuento de "la prueba idónea", eliminar las normas que permiten la impunidad del funcionario público? En el caso de que las respuestas a estas preguntas fueran afirmativas, le pido disculpas por no haberme enterado antes y le solicito que por favor, públicamente, me envíe los resultados cuanto antes para compartirlos en mi página web y mis redes sociales, y comentarlos concienzudamente.

Usted dice que soy yo el que no se ha informado sobre los planes y programas de "Otro Camino". Respetuosamente  repito mi solicitud: por favor, envíeme las reformas y propuestas concretas que tengan elaboradas esos grupos de trabajo que, según usted, tienen "cuatro años de reunirse", para comentarlas y publicarlas inmediatamente en mis página web y redes sociales. Le aclaro que no me refiero a "propósitos generales", ni a "metas deseadas". Eso lo encontraríamos en las tarjetas que "Hallmark" vende en las farmacias . Hablo de acciones concretas y sustentación de las mismas, lo que usted necesitaría para reformar al "status quo" y crear una nueva realidad institucional como presidente. 

Yo voté por usted, Sr. Lombana, en la pasada elección, igual que lo hizo un número considerable de panameños que quiso considerar posible el tipo de cambio que necesitamos en Panamá y prefirió no premiar a la partidocracia permitiéndole continuar produciendo el acelerado deterioro institucional y social que afecta a nuestro país. Ese voto, empero, fue coyuntural. Y aunque en el 2014 tampoco estuvo claro para mí lo que usted haría de ser presidente, hoy, hacia el 2024 sí me resulta necesario entenderlo.

A menos de un año para las elecciones, desde mi perspectiva usted y MOCA, y los demás grupos de ¨independientes¨ lucen desunidos y estancados, sin evidenciar públicamente el entusiasmo y la simpatía popular requerida para triunfar en lo que será una complicado y muy disputado torneo electoral. 

Y aunque me acusen de no vivir en Panamá, mi impresión, en mi constante ir y venir entre mi país y mi lugar de residencia actual, es corroborada por personas que como usted, Sr. Lombana, tienen la fortuna de poder vivir y sostenerse económicamente, de la manera que puedan, en nuestra querida y abusada tierra.
Los que tuvimos que salir a crear caminos, nunca olvidamos a la Patria que nos dio el con qué hacerlo.  

Por eso, espero sus propuestas con ávido interés.

Rubén Blades
12 de Mayo, 2023
New York

 

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