Al colega panameño Carlos Ernesto González Ramírez

El diario panameño "La Prensa" publicó el 24 de enero una columna del Licenciado Carlos Ernesto González Ramírez, titulada ¨Mi respuesta y pregunta a Rubén¨, opinando sobre mi escrito, "Preguntas y Respuestas".

Inicio agradeciendo al colega el tono respetuoso de sus comentarios, y procedo, con igual intención a contestar su pregunta

Estoy completamente de acuerdo con usted en que la corrupción en Panamá está institucionalizada. No solamente por las décadas de  naturalización del "clientelismo político", cuya aplicación y aceptación ha creado una sociedad subsidiada por el soborno político, que se inscribe en partidos instituidos para recibirlos. También esa fuerza administrativo-política corrupta ha patrocinado leyes, normas y códigos que permiten el ejercicio de la corrupción en el manejo del interés público y la impunidad del funcionario corrupto y de sus cómplices al hacerlo.

Difiero con usted en el punto donde afirma que "el Poder Ejecutivo es el Rey". Veo al presidente Cortizo como rehén de su partido, el PRD, y del Órgano Legislativo, un presidente que gobierna en la medida en que sus actos no produzcan un efecto intolerable para los intereses que defienden el "Status Quo". Creo que el presidente Cortizo llegó al poder con intenciones de cambio que no le son factibles de ejecutar y que durante su gobierno ha procurado evitar un enfrentamiento con la corrupción que produzca ingobernabilidad del país.

Es completamente correcta su aseveración de que el simple cambio de un(a) presidente(a) por otro(a) no va a producir por si las reformas y transformaciones necesarias, (lo de tener que hacerlo "sumando y no restando" parece implicar una negociación con la corrupción y
a eso me referiré al final de este escrito).
No me parece sensato que un independiente llegue primero al Poder Ejecutivo para entonces desde allí proceder a intentar efectuar los cambios y reformas que el país requiere. Primero, porque el país debe estar completamente informado, desde la campaña electoral, de que piensa hacer el candidato(a) de llegar al Poder; segundo, porque un independiente en el Ejecutivo necesitará de apoyo real para reformar al país y no podrá estar seguro de tenerlo si no ha explicado antes, sus intenciones, él como propone realizar esa reforma y los problemas que por reemplazar el "Status Quo" enfrentaremos en Panamá.

Por eso considero necesario cumplir con ciertos puntos que expongo para su consideración y uso por cualquier candidato(a) presidencial independiente, en su campaña electoral hacia el 2024:

1. El candidato(a) debe explicar al país, antes y durante el periodo de campaña lo que propone hacer, de llegar al Poder Ejecutivo y el por que es necesario hacerlo.
2. El candidato(a) debe aclarar al país, antes de llegar al Ejecutivo, cuáles leyes, normas y códigos deben ser reformados; deberá además contar con los borradores ya preparados de los anteproyectos de ley que propone como reemplazo a lo que denuncia como inadecuado;
3. El candidato(a) deberá haber informado al país durante su campaña quienes compondrán su Gabinete de gobierno, antes de llegar al Ejecutivo; esos compromisos deben haberse hecho y anunciado para dar confianza al electorado de que habrá un equipo capaz al mando;
4. El candidato(a) deberá explicar durante su campaña el diseño de un nuevo paradigma de administración pública que incluya la eliminación del "clientelismo político" y su oferta de puestos innecesarios y subsidios. Deberá además explicar que propone para prevenir un posible trauma social y económico a corto plazo como consecuencia del fin del "clientelismo".
5. El candidato(a) deberá informar al país durante su campaña electoral cuál es su Plan Económico a nivel nacional, de donde saldrán los fondos para hacerlo realidad y como plantea incluir a todas las provincias del país efectivamente en ese programa económico.
6. El candidato(a) deberá ofrecer su plan para reorganizar el Seguro Social y evitar su inminente desplome. Le sugiero considerar la alternativa de un Sistema Único de Salud en Panamá, con énfasis en la prevención de enfermedades, con Dispensarios y Clínicas Populares habilitados para tal fin en todos los Corregimientos, brindando servicios de atención primaria a niños y adultos (primer frente de Salud).
7. El candidato(a) deberá explicar durante su campaña las razones para renunciar a la corrupción; la gente tiene que comprender por qué les iría mejor sin recurrir al estado clientelista. Mientras no comprendan esto, seguiremos  siendo controlados por la partidocracia.

Estos son algunos de los componentes que considero inevitables presentar en la campaña electoral de un candidato(a) independiente.

Sobre el comentario del colega Carlos Ernesto, de que todos los cambios tienen que hacerse, "sumando y no restando, por difícil que esto sea", concurro que lo ideal sería  el  convencer a los que apoyan a la corrupción como su medio de vida, de que alteren sus actitudes y se solidaricen con la idea de lograr crear una mejor sociedad y país para todos, tarea que me luce tan imposible como la de convencer a cucarachas de que no se paseen sobre la comida ajena. Recientemente se ha lanzado internacionalmente la idea de apoyar la creación de un "triage político", un entendimiento entre la corrupción y los no corruptos, para garantizar la gobernabilidad de un país.
Esa consideración, en mi opinión, equivale a legitimar a la corrupción, un concepto al que no me suscribo, ni me suscribiré.

El "verdadero esfuerzo democrático" al que se refiere el colega González no debe depender de la obligatoria inclusión de quienes buscan destruir al país para su propio beneficio. Perfecto será que apelemos al patriotismo, solidaridad y decencia de todos los panameños.
Pero no considero saludable asociarnos con los que se oponen al adecentamiento de la administración pública y de su población, con los que actúan para evitar que ese proceso se lleve a cabo, y a la vez rehusan aceptar la decisión de la mayoría honesta que los opone.  

Quizás algunos equivocadamente han interpretado algunos de mis comentarios como un endoso al autoritarismo presidencial, para muchos personificado en la figura del democráticamente electo presidente de El Salvador, Nayib Bukele.  Así como firmé una carta rechazando la censura contra el periódico El Faro y otros medios de prensa de El Salvador, igual reconozco la dificultad para cualquier presidente(a) de sanear un sistema administrativo enfermo sin recurrir a medidas que podrían ser  consideradas como dictatoriales, cuando la institucionalidad bajo la cual gobierna brinda protección legal a la corrupción, e impunidad al funcionario corrupto.

En Panamá, un partido político tiene como candidato presidencial en ciernes a una figura sobre la cual pesa una muy probable y próxima identificación de corrupción. Si tal sospecha se convierte en certeza luego del resultado de un próximo juicio, bajo la legislación electoral panameña nada impediría que esa persona, comprobada como corrupta judicialmente en el extranjero, sea representante legal de un partido político en Panamá, ni que participe como su candidato en una elección nacional a presidente, todo por no ser declarado culpable de un delito bajo nuestra jurisdicción judicial. Si los inscritos en ese partido no renuncian a sus filas, una vez se rinda la sentencia que demuestra la corrupción de su dirigente máximo, ¿qué dice eso de nuestra realidad social y política?

Concluyo agradeciendo los comentarios de mi colega Carlos Ernesto González Ramírez, pues me ayudan a presentar y desarrollar mejor mis argumentos. Si la gente no participa en el proceso, apoyando los cambios y reformas que necesita nuestra Patria, jamás transformaremos el presente y lamentable estado de nuestras estructuras administrativas. Por eso, sin la seguridad de que el electorado de nuestro país está decidido a producir esa consecuencia, cualquiera que corra el riesgo de postularse y de ganar una elección presidencial en Panamá, terminará lamentando su decisión. Quizás al final, los miembros del partido bajo el control de una figura declarada legalmente como corrupta renuncien asqueados y decidan apoyar a una candidatura independiente y la ayuden a sanear al sistema.
¿Quizás?. Nada nos cuesta el soñar.

 

Rubén Blades
25 de Enero, 2022

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