“Tiburón” y el "teatro" de operaciones
Debo aclarar la razón de mi escrito anterior. Nicolás Maduro ha utilizado mis canciones como propaganda para justificar su dictadura. Lo hizo con “Pablo Pueblo” y ahora recurre a otro de mis temas, para dar la impresión de apoyo a su régimen antidemocrático. La canción "Tiburón" rechaza el acto imperialista de cualquier origen o extremo ideológico.
La dictadura en Venezuela, al utilizarla, tergiversa su intención y propósito original porque mientras señala a Estados Unidos como intervencionista, a la misma vez apoya la invasión de Rusia contra Ucrania, igualmente intervencionista. Esa es su contradicción. Ambas operaciones son del mismo carácter imperialista.
Siempre he sido consistente en rechazar invasiones, intervenciones e injerencias extranjeras unilaterales en asuntos internos nacionales, vengan de donde provengan (las amenazas de Trump por el Canal de Panamá y la guerra de Putin contra Ucrania, son ejemplos recientes).
A las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua les conviene el actual escenario pues les permite continuar protagonizando el rol de víctimas, arroparse en un manto de falso patriotismo y justificar medidas represivas en contra de sus críticos mientras continúan mal administrando, empobreciendo y reprimiendo a sus pueblos, en todos los aspectos posibles.
La presencia de naves de guerra norteamericanas en el Caribe es un peligroso acto teatral, dirigido por "trompo loco" para distraer la atención de los serios problemas que enfrenta internamente su gobierno y simultáneamente satisfacer a la extrema derecha y al concepto del "destino manifiesto". Ambos extremos se benefician con esta pésima y temeraria puesta en escena que rechaza atender hechos o contextos que resulten inconvenientes a sus designios ideológicos.
Entre tanto los “actores de reparto”, los trolls y grupos organizados pagos que actúan para estos extremos en las redes, se activan para azuzar las pasiones encendidas y descalificar, calumniar o denigrar a quienes no comulguen con su narrativa. También se leen comentarios que expresan posiciones de personas independientes, que aprueban una invasión de Estados Unidos a Venezuela como única solución. No comparto esa opinión y no puedo aplaudir ese tipo de acción unilateral, por ser ilegal e intervencionista. Cada pueblo tiene la obligación moral y espiritual de edificar por sí mismo el tipo de sistema de gobierno que su responsabilidad, patriotismo, o ausencia de civismo merece.
Mi solidaridad con el pueblo venezolano que ahora debe convivir con incertidumbre y el fantasma de la guerra.
Rubén Blades
7 de septiembre, 2025
Para quien desee leerlo, aquí el link de mi escrito anterior: La situación entre Estados Unidos y Venezuela
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