La situación política en Panamá

Hola amigos y amigas de ¨La Esquina¨…. espero estén bien de salud y a los que no, envío mi deseo de una pronta y total recuperación.

Hoy voy a comentar sobre Panamá y algunos de los nuevos acontecimientos políticos.
Los recientes resultados de las votaciones internas del partido Cambio Democrático, (CD) han demostrado lo tenue que en realidad resulta la influencia política en Panamá de Ricardo Martinelli, en especial sobre el partido que creó y una vez controló a sus anchas.
Ofrezco un antecedente, para proporcionar contexto a mis lectores no familiarizados con la realidad panameña y para refrescar la memoria de los nacionales.

El arresto y luego encarcelamiento en Estados Unidos (2017-2018) llevó al expresidente Martinelli a perder su hasta el momento indiscutido protagonismo a lo interno del CD. Sus otrora incondicionales y aliados, entre los que descollaba la diputada Yanibel Abrego, dieron una oportunista acogida a su rival Rómulo Roux, y este asumió la dirección del partido. Este hecho pareció indicar el fin del poder de Martinelli para imponer su voluntad sobre sus entonces copartidarios. Pero luego de su extradición desde Estados Unidos a Panamá en el 2018, los procesos allí, que muchos esperábamos producirían el fin de su carrera política, fallaron a su favor, brindando oxígeno a su pretensión de volver a ser presidente en el 2024.
Para ese fin Martinelli creó otro partido al que títuló, "Realizando Metas" (RM), que, para sorpresa de cualquiera persona decente, posee en estos momentos más de doscientos mil inscritos, convirtiéndolo en la cuarta fuerza política del país.
Así las cosas, los norteamericanos deciden en el 2023 públicamente declarar a Ricardo Martinelli como un político corrupto, (ya sus hijos lo habían previamente señalado como el instigador y recipiente de las coimas pagadas por Odebrecht). El hecho no produjo repudio entre sus seguidores y por el contrario, Yanibel Abrego, aun diputada por el CD, cambió su posición anterior anti Martinelli para volver a proclamar su apoyo incondicional a las pretensiones presidenciales del designado como corrupto, ex presidente. 

Lo expresado nos lleva a considerar el efecto de las recientes elecciones internas del partido CD, en donde se enfrentaron las fuerzas pro Martinelli versus los que favorecen a Rómulo Roux.

La candidata de la facción de Roux ha sido declarada como la triunfadora, y a pesar de que los derrotados han alegado irregularidades en los comicios y elevado solicitudes de nulidad ante el Tribunal Electoral, el resultado preliminar ha puesto en evidencia que Ricardo Martinelli no posee el control del partido que creó para su usufructo personal, y que los diputados del CD, con Yanibel Abrego a la cabeza, carecen del poder, influencia y apoyo interno que decían tener.

La situación plantea un nuevo escenario hacia el 2024. Sin el CD como aliado del RM, a Martinelli se le hará mucho más difícil el camino a una victoria electoral. A diferencia del éxito que alcanzó en la elección del 2009, la atomización del electorado subraya la necesidad de crear uniones entre partidos y otros colectivos podrían ahora no estar dispuestos a unir su futuro con el de alguien que luce en estos momentos acorralado y a la defensiva, no importa lo que digan las supuestas encuestas de opinión que ubican al designado como corrupto Martinelli al frente de la intención de voto hacia el 2024.

Como lo demuestra la pérdida sufrida por la candidata patrocinada por Abrego/Martinelli, la membresía del CD no salió a votar por ella y eso se traduce en una evidente garnatada a la aspiración del expresidente. No es solo cuestión de señalar que la votación en el CD fue "peleada": el grupo disidente liderado por Abrego/Martinelli no produjo la cantidad de votos que decían tener, y por ende es dudoso que puedan maniobrar a lo interno para arrebatarle el poder a Rómulo Roux, (ahora enfrentan el horror de que Martinelli decida que no poseen ya valor y se niegue a incorporarlos como candidatos a diputados por el RM).

Y no solo fue el designado como corrupto abandonado por los que acudieron a las urnas. Un segmento importante del CD (63% de los habilitados para votar) tampoco se apareció para patrocinar la pública solicitud hecha por Abrego en representación del interés de Martinelli. Fue un desastre monumental para Abrego, para los diputados disidentes que la apoyan y para Martinelli, Y Roux, a pesar del resultado, tampoco puede jactarse describiéndolo como un reconocimiento a su liderazgo: en realidad, todos perdieron, unos más que otros. 

Resulta evidente que la indiferencia de los miembros del CD hacia Martinelli y Abrego puede considerarse como un rechazo a la posibilidad de una alianza de ese partido con el RM y revela una ausencia de entusiasmo por la aspiración presidencial del exmandatario. Si las impugnaciones presentadas por los perdedores son desestimadas por el Tribunal Electoral, el panorama hacia la elección del 2024 presentaría estos probables candidatos:

PRD, con Carrizo; CD, con Rómulo Roux; Panameñista, con Blandón; ¨Otro Camino¨ con Ricardo Lombana; Partido Popular, con Martín Torrijos; ¨Realizando Metas¨, Ricardo Martinelli, y como candidatos independientes, Zulay Rodríguez y dos más aún por definir. 
Las alianzas posibles podrían desafiar las racionalizaciones más exquisitas, dado el grado de oportunismo de la corrupta partidocracia y la cantidad de dinero que seguramente correrá para influir en la orientación del voto popular.

A primera vista, las alianzas se perfilan así:
CD (si Roux prevalece) junto al Panameñismo, el MOLIRENA y el nuevo partido ¨País¨, con Roux como candidato presidencial. PRD, con Carrizo como candidato presidencial, algo que no me parece escrito en piedra. Si prevalece la capacidad de maniobra de sus opositores internos y estos lo descabezan, entonces el PRD podría considerar una alianza con RM y Martinelli, en cuyo caso no me extrañaría ver a Zulay Rodríguez convertirse en la vice de Martinelli. Al PRD le conviene el no salir "de la papa" y para tal fin estarían más que dispuestos a ocupar una posición de subordinación, un acto determinado por la realidad política: partido en el poder no se repite y menos con el PRD de hoy. Todos los colectivos existentes saben que solos no llegan a la presidencia, por eso una alianza, aun entre rivales que aparentan ser irreconciliables, es factible.
Por descabellada que parezca la posibilidad, no subestimemos la capacidad de oportunismo de la corrupción política partidista, más en un país donde no existen ideologías, e impera el "¿qué hay pa' mi?" y el "pásame algo".

Martinelli estaría incluso dispuesto a correr como vicepresidente y ceder la primera posición a Carrizo, o a Zulay, con tal de obtener fuero electoral y poder optar a protegerse de la ley desde una vicepresidencia: como Ricardo III de Inglaterra, ofrecería su reino para escapar a las consecuencias de lo que le viene para encima. Aun así, repito lo que he dicho antes: no veo a Ricardo Martinelli como presidente en 2024 y menos ahora que los tiburones comienzan a oler sangre en un revuelto mar electoral.

A Martin Torrijos y al Partido Popular les conviene un CD con Roux como candidato porque eso le resta apoyo a Martinelli. Es posible que la aspiración de Martín se vea apoyada por los miembros del PRD que están en desacuerdo con la situación interna del partido y su actual dirección. Es posible que reciba también el apoyo de independientes que objetivamente reconocen el éxito de su gestión como presidente, entre el 2004 y el 2009; e incluso podría recoger como candidatos a puestos de elección a miembros disidentes de otros colectivos, desde los de un CD molesto con Roux y con Martinelli, hasta los potenciales candidatos del RM que se vean desechados por Martinelli a la hora de "pagar" por las alianzas. Muchos otros podrían acudir a Martín en busca de los espacios denegados a sus aspiraciones.

Al que peor veo en este escenario es a Ricardo Lombana y a su grupo "Otro Camino". Para empezar, poseen una bajísima membresía inscrita cosa que disminuye su capacidad de maniobra. Aún no han ofrecido ideas concretas que motiven al electorado a considerarlo como la alternativa al mediocre paradigma actual. ¨Otro Camino¨ no tiene manera de aliarse con partidos tradicionales sin desilusionar a quienes hoy lo apoyan básicamente por considerarlo un verdadero colectivo independiente. El propio Lombana afirmó públicamente que no piensa establecer alianzas con Martín Torrijos, con el PRD y el Panameñismo. Eso únicamente dejaría a un CD, con Roux a la cabeza, como última opción, y esta posibilidad podría estar siendo abanicada por el poder económico y por la Embajada de Estados Unidos. A pesar de sus protestas de no injerencia en política interna, nadie olvida que la unión electoral Martinelli-Varela del 2009 se produjo en una recepción patrocinada por los norteamericanos, en los días en que "cualquiera menos Balbina Herrera" era la mantra para los "civilistas" y los intereses alineados con los del Norte, (hoy es "cualquiera menos Martinelli").

Es interesante que al PRD se le exija un público "Mea Culpa" por su apoyo a la dictadura militar pero no en el caso de los que patrocinaron el ascenso de Ricardo Martinelli al poder y permitieron así la destrucción de la institucionalidad, el total desenfreno de la corrupción, la "compra" de diputados y los saqueos comprobados al arca nacional. Sobre eso hoy se guarda silencio, sin que nadie reconozca y menos acepte públicamente su responsabilidad, por la vigencia política del monstruo que, por odio a Balbina Herrera, ayudaron a crear.

Espero que estas consideraciones ayuden a la discusión racional de los temas expuestos. ¡Nada cuesta soñar! 

Gracias a todos por su atención y quedo a la espera de sus comentarios.

Rubén Blades
27 de Marzo, 2023

 

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