Panamá: Sobre la Elección del 5 de mayo del 2019

Nuestro sistema político necesita una renovación profunda. No podremos avanzar como sociedad si la corrupción y la impunidad continúan siendo programadas y aprovechadas desde las mismas instituciones del Estado. Y como es el propio injusto sistema vigente el encargado de aplicar las leyes, resulta prácticamente imposible actuar desde la ley y esperar la solución a nuestros problemas.

Los corruptos se comen y eructan nuestro futuro, frente a nuestra cara. Y han llegado al extremo de tal desfachatez, amparados en el hecho de que han sido elevados al poder por el voto clientelista y las ventajas oficialistas. Desde una base constitucional, desnaturalizada por sus anti-nacionales intenciones, han creado leyes para su propio beneficio y no para el bien común, negando las oportunidades que nuestra población espera y merece. El aparato estatal, conformado y diseñado desde la partidocracia, se ha encargado de aplicar normas interpretándolas como mejor les favorezca, haciendo cómplice de sus propósitos a toda la estructura del Estado, ante el silencio cómplice de muchos de nosotros, los burlados.

Este 5 de Mayo tenemos la oportunidad para alterar con nuestro voto esa triste realidad. 
¡Votemos un NO! a la re-elección. Votemos por candidatos independientes. Exijamos que independientes dirijan la iniciativa para crear legalmente un nuevo paradigma de gobierno a través de una nueva Carta Magna.
Solo un Poder Ejecutivo, o Legislativo independiente, electo por la voluntad popular este 5 de mayo, podrá corregir de manera pacifica la corrupta realidad en que vivimos.
Los independientes representan la opción para iniciar el camino para combatir y cambiar la frustrante realidad que nos envuelve. Los actuales diputados, de resultar electos nuevamente, ni propondrán, ni permitirán los cambios que necesita nuestro país para que realmente podamos prosperar todos, no solo ello. 
El ineficiente sistema judicial y el corrupto legislativo vigente no van a purgarse voluntariamente. Los partidos políticos nacionales están completamente desprestigiados, sostenidos por la corrupción pública y privada, por gente que vende o alquila su voto, por gente aferrada al odio de clases, por gente que aun quiere creer en lo que prometió un pasado que jamás se materializará en el presente. 

Hoy, la corrupción oficial en Panamá está enquistada en nuestros tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Eso lo hemos visto todos.
Sabemos que no todos los miembros de un gobierno son corruptos, así como es probable que no todos los miembros de un partido lo son. Pero el sistema actual no ayuda a los no contaminados a limpiar al resto de sus colegas en la administración, ni les permite alterar las leyes, normas y códigos que hoy apoyan y patrocinan a la corrupción. 
Si nuestro país continúa con las instituciones corruptas, explotará. La disparidad económica, el abandono de la educación, el colapso del sistema de salud, la ausencia de políticas agrarias, ecológicas, la dependencia del subsidio, algo que crea derroche de recursos, pereza de trabajar y clientelismo, todo eso nos reventará en la cara y provocará respuestas violentas, físicas, morales, espirituales.

A todos los que se la pasan continuamente quejándose del estado de cosas y escribiendo comentarios anónimos, criticando y hablando pero no contribuyendo efectivamente a mejorar o cambiar eso que dicen detestar, este es el momento de actuar: ayuden a crear un gobierno independiente. 
Apoyemos a la posibilidad de un mejor futuro votando por independientes. Digamos a la partidocracia que nuestra sociedad ya no los tolera, ni se resignará más a sus malos manejos y mediocridad.

El país pesa demasiado para ser cargado por una sola persona. Un presidente o presidenta no puede cambiar en cinco años lo que ha estado vigente desde hace muchas décadas.
Todos nosotros, de todas las edades, sexos, ocupaciones y condiciones económicas o social, todos tenemos que contribuir al rescate del futuro nacional. 
El cambio no será fácil. Tenemos que estar dispuestos a soportar las consecuencias de la honestidad.
Nuestra república ha sufrido la corrupción por mucho tiempo y salir de ella se asemejará a la desintoxicación de un adicto. 

Tengamos paciencia. Tengamos confianza. Tengamos amor por la patria. Participemos en la noble tarea de salvar al país de la corrupción que lo paraliza y enferma. 


Sobre el sacrificio de nuestros padres y abuelos, de nuestros mártires, por las vidas que se vieron afectadas por la corrupción que extinguió sus capacidades de éxito, por todos los que no lograron desarrollar lo que desearon o pudieron ser. 

Por todos los que no creyeron posible este momento.
¡Vota independiente!
¡No a la re-elección!

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Rubén Blades
2 de mayo, 2019.

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