Reflexión sobre Panamá, parte II (21 de julio, 2022)

Como ocurre cuando comento sobre asuntos de mi país, las reacciones a mi artículo publicado en mi página web y mis redes sociales el 18 de julio (https://www.rubenblades.com/la-esquina/reflexion-sobre-actual-situacion-en-panama), han oscilado entre ataques o silencios.

Las arremetidas repiten el patrón común: ninguno de los críticos se dirige a lo que expreso, no desmienten mis conclusiones, ni debaten con argumentos las ideas que presento.

El favorito recurso de mis detractores para descalificarme es referirse a "La Guía para contestarle a Rubén Blades" o ¨Los 13 Mandamientos de la Corrupción para responder a Rubén Blades¨ (https://www.rubenblades.com/la-esquina/los-mandamientos-de-la-corrupcin-responder-a-rb ), en este caso citando su enunciado número dos, "tu no vives aquí", como si la verdad dependiera de la localización geográfica desde donde se dice para ser cierta.Para mis críticos, solo aquellos parásitos y corruptos que joden al país mientras viven allí 365 días al año, tienen derecho a expresarse. La respuesta a esta soberana estupidez se la dejo a la gente decente que lea estas líneas. 

Por otra parte, no he visto hasta la fecha que ningún medio panameño haya presentado un análisis serio de lo que plantea mi escrito. Las publicaciones citándome por lo general se limitan a destacar lo que le conviene a sus propietarios o accionistas, y a sus posturas políticas, e incluso en ocasiones desnaturalizan mi intención al presentar un encabezado que distorsiona el contenido total de mi artículo .

Hoy (21 de julio), en Panamá se destaca la noticia de que una agrupación titulada, "Mesa Única para el Diálogo", acordó los puntos que constituirán la base para negociar con el gobierno nacional. Son siete las demandas que exponen como su razón y condición para suspender los actos públicos de disconformidad hacia el presente gobierno.

Exigen:

1. Rebajar y congelar el precio del combustible.
2. Rebajar y congelar el precio de la energía.
3. Rebajar la canasta básica pero sin afectar a los productores
4. Rebajar los medicamentos
5. Asignar el 6% del PIB (Producto Interno Bruto) a la educación
6. Discusión del problema de la CSS (Caja del Seguro Social).
7. Corrupción

La agenda concluye indicando la creación de otra mesa: una inter-sectorial de seguimiento.
No sé si efectivamente esta "Mesa Única" es la autorizada para representar a la masa quejosa, ni si se trata de una de "las mesas, escritorios y pupitres" que aparecen sólo en situaciones de caos público, buscando protagonismo, liderazgo nacional y oportunidades para taquillar. De cualquier forma, los puntos presentados coinciden con el interés expresado por otros grupos envueltos en las protestas.

Hace décadas en Panamá un político expresó, "la soberanía no se come". Hoy, la corrupción en Panamá prevalece porque engorda a muchos.
La agenda presentada y publicada por "La Mesa Única del Diálogo" claramente reafirma que desde el principio, el motivo de las reclamaciones fue exclusivamente económico: pedirle al gobierno más dinero. Aunque es obvia y comprensible la cabreazón del pueblo con la pandemia y sus consecuencias, los disturbios nunca buscaron producir un cambio estructural. Por eso, la corrupción, fue ubicada en el último lugar como tema para la discusión con el gobierno, a pesar de ser ella la principal responsable por la ineficiencia del presente esquema administrativo. Como ejemplo adicional de lo desfasada que ha sido la protesta popular, como una idea tardía agregaron "el problema de la CSS (Caja del Seguro Social) en el penúltimo lugar de la agenda, una situación digna de mayor atención, que afecta mucho más al "panameño de a pie" que el coyuntural alto costo del combustible.

Los puntos considerados importantes por la "Mesa Única del Diálogo" confirman lo que señale en mi escrito: se "lucha:" por la plata y por un alivio a corto plazo, pero no por un proyecto de país al futuro.

El cínico disparate, "la soberanía no se come", es inconscientemente reafirmado por un sector popular que desaprovechando la posibilidad solidaria de exigir cambios estructurales al sistema se limita a extorsionar al "status quo" ,a cambio de una cortoplacista y falsa satisfacción económica. Como quiera que se pretenda explicar, el resultado final de la negociación será el de ver como un sistema corrupto alimenta a su clientela para contentarla.

Al momento, la situación ha causado enormes pérdidas económicas para nuestro país. La violencia ha producido víctimas de ambos lados, algo que también lamentamos, quizás con la policía llevándose la peor parte: si actúan para restaurar el orden son acusados de represión y si no hacen nada, entonces valen sebo, por no hacer su trabajo y proteger la vida y propiedad de los asociados. Como todos en Panamá, espero que no se produzcan más razones para el dolor nacional, aumentado ahora por el presente escenario de discordia social.

Es cuestión de tiempo para que se produzca un arreglo que contenga el presente estado de cosas, aunque en realidad nada sea resuelto. Continuarán el endeudamiento galopante y la desigualdad económica, las provincias del Interior del país seguirán desatendidas y su potencial desaprovechado, el clientelismo político y la planilla gubernamental aumentaran y la corrupción continuará reinando desde nuestros órganos de dirección nacional. La pregunta es, ¿cómo se sostendrá el gobierno para terminar el periodo que aún le falta por cumplir?

El Órgano Ejecutivo luce desconectado y poco dispuesto a pagar el precio político necesario para desmantelar el obsoleto paradigma que sostiene al fallido sistema administrativo vigente y al clientelismo. Los oportunistas de siempre continúan llevando la iniciativa, debilitando más la imagen de las autoridades y provocando desconfianza en la capacidad decisoria del gobierno. 

Siempre he tenido claro que mientras no haya justicia social jamás tendremos paz, algo que para algunos resulta una proposición radical. Será necesario actuar de manera inteligente, responsable e inclusiva para producir, con nuestra voluntad, la aparición del Panamá que puede ser, aunque una desalentadora y silenciosa mayoría no lo considere posible. En países donde la expectativa de la masa se limita al poder comer, defecar, fornicar, dormir y los fines de semana darse una cerveza e irse de rumba, la necesidad de eficientes soluciones politico-administrativas para producir una mejor sociedad es dejada a "la voluntad de Dios", o abandonada con la excusa de que la mala situación del país es culpa "del destino" y por ende, algo inevitable.

Yo creo que los destinos se hacen, no se heredan. Creo que cada nacion depende del corazon y voluntad de su pueblo y por eso sigo creyendo que la tarea de crear un mejor futuro para nuestra patria es una meta posible de alcanzar, si asi lo decidimos.

¿Qué piensan ustedes?

 

Rubén Blades
21 de Julio, 2022

Todos los escritos de Rubén Blades en ¨La Esquina de Rubén Blades¨
También pueden ser encontrados a través de esta misma página web, en
INDICE y/o en BUSCAR, escribiendo una palabra de interés.

Anterior
Anterior

Reflexión sobre Panamá, parte III (HIPOCRESIA)

Siguiente
Siguiente

Reflexión sobre la actual situación en Panamá